¿Sexualidad? La Pareja

En el artículo anterior, hablábamos de comunicación entre seres humanos, y la falta de ella en la actualidad, pensábamos en la cantidad de personas que llevan en sí, el sentimiento de la soledad, separaciones, divorcios, etc.

Que las relaciones interpersonales hombre-mujer han sido afectadas por el mundo de hoy, pensábamos, ¿por qué no tocar el tema?, ya que la pareja es el punto de contacto con la sexualidad, la relación entre dos seres distintos y completos, pero entre ellos se produce una relación dialéctica donde se crea un nuevo estado: la pareja, sin perder cada uno de ellos su identidad.

En una relación se vela por la felicidad de ambos, no sólo por la propia. Acostumbramos a ser egoístas, esperamos a que sea nuestra pareja la que siempre se nos brinde, que sea ella la que se entregue, no haciéndolo nosotros, y cuando no lo hace, nos quejamos y recriminamos, descuidamos los sentimientos del otro, que son tan importantes como los nuestros.

Una pareja se basa en la demostración mutua de afectos, no se debe descuidar la relación, es necesario buscar siempre formas de intercambio que satisfaga a ambos miembros.

Las caricias y las palabras afectuosas son siempre importantes.

Muchas personas culpan a un tercero cuando su pareja se les va, pero no se ponen a pensar en los reclamos que ella les ha hecho, es más fácil ver el error en los demás que verlos en uno mismo, reconociendo nuestro fracaso.


Nos olvidamos que la otra persona tiene necesidades, que nosotros no estamos satisfaciendo; nuestra ceguera no nos permite ver que la relación, puede resquebrajarse.

Para fortalecerse, la pareja, comparte no sólo los buenos momentos, sino también los malos, es necesario la compenetración entre ambos.

Este es uno de los puntos importantes de la pareja, ambos deben estar compenetrados para que ninguno se sienta aislado del otro.

A veces se dice: «No te cuento mis problemas para que no te preocupes», debiendo ser lo contrario, una de las actitudes de la pareja es el apoyarse mutuamente; cuando se está juntos, luego de las tareas del día, no se deben permitir que éstas perturben la relación, sino que se debe aprovechar para dialogar, compartir los sucesos diarios, la pareja es compartir no solamente estar.


Un punto importante que nos falta recalcar, es la confianza, elemento fundamental para una relación sólida, la sinceridad es la base, no se debe dar motivos para dudar, ni crearlos.


Esto sólo se logra con un refortalecimiento diario del diálogo y la comunicación entre ambos.

Todos buscamos un ideal de pareja de acuerdo con nuestra educación y forma de ser, sin importar si somos hombres o mujeres, el cuento mágico de «La Cenicienta», pero ésa, no es la realidad de la vida.

Las relaciones se inician como algo mágico, pero para que la relación perdure, debe crecer y desarrollarse, dándose mutuamente tiempo, para que se conozcan.


No debe uno buscar una pareja, por el simple motivo de solucionar sus propios problemas: económicos, soledad, irse de la casa, etc., ese es el error más grave y puede llegar a afectarle de por vida.

No se debe dar el paso del matrimonio por dar: «Y me caso, total existe el divorcio», el casarse porque sí, conduce como fin al caos, y el divorcio es un infierno en sí mismo, sino aquellos que lo pasaron, afirmen lo contrario.

Es a su vez un mito, lo que se dice: «Al romper una pareja, se encuentra otra a la vuelta de la esquina».

Una relación de pareja se construye día tras día, y cuando se rompe, se empieza de cero, para una nueva relación se debe encontrar: ese otro ser que sirva para cimentar la vida.

Esperamos en este artículo haber analizado juntos, un nuevo tema sobre sexualidad, algo tan complejo como la vida misma, y encontrarnos en un próximo artículo.



Publicado: 4/5/1995; Semanario Opinion